Lucho Román solía decirme: la mitad te ama y la otra mitad te odia, pero todos te escuchan. No pretendamos que una personalidad sanguínea como la de Mario hiciera un programa insípido donde nadie saliera lastimado. Él no hubiera sido Él. En casi dos años de haber estado todas las mañanas con Mario Pereyra, pude comprobar lo que significaba trabajar con una personalidad así, hasta tal punto que después que se fueron de aqui, aparte de ser irreemplazable, pasaron por Colón animadores que eran desanimadores, que un día el director, al no encontrarle la vuelta a la mañana de la radio me decía: “lo que pasa es que hay que analizar a las personas por el temperamento, se nos fue un tipo sanguíneo y ahora estamos en manos de un líbido bilioso y eso no lo podemos cambiar, Juan!. Una mañana del Pereyra Show aquí que luego fue Juntos en Córdoba, aún cuando el formato de los programas eran distinto, pero el solo hecho de que Mario estuviera a las 8 en punto detrás del micrófono significaba emocionalmente probar la diversidad de vitalidad, soberbia, actuación, confrontación, auntenticidad, glamour, amplio conocimiento de la música, artistas de todos los niveles, pasar de cuestiones dramáticas a banalidades domésticas, para resumir: la vida, la policromía de la vida debía estar presente siempre, con la presencia del asombro, de la perplejidad, la admiración el llanto y el encanto. O sea, un programa así de esa magnitud aunque no tuviera delirio de unanimidad aseguraba la gran mayoría de auditores y la atención de todos los sectores que se expresaban por el telefono hasta que internet comienza su era digital. Los detractores de izquierda nunca le perdonaran que le haya hecho una nota televisiva a Luciano Benjamín Menéndez. Pero este general solía decir que los montoneros buscaban instalar en la Argentina un régimen soviético y luego Martin Caparroz ex montonero y escritor, lo sostiene: es un hijo de puta, pero un hijo de puta que dice la verdad, queríamos instalar el sistema soviético. A partir de esa nota lo tildan a Mario Pereyra de pro militarista, defensor del proceso de reconstrucción encarnado por Videla Massera, Agosti. Una gran mentira, el hecho que desde aquí, lo recuerdo perfectamente criticáramos a genocidas como Firmenich no significaba para nada que no criticáramos el genocidio militar. No era peronista, nunca lo fue, tampoco era bloquista, nunca lo fue y tuvimos serios problemas por criticar al gobierno radical de Raul Alfonsín. En cuanto a su afinidad con Macri; Mario Pereyra hasta se podía dar el lujo que hacen los países avanzados donde la prensa se inclina a favor o en contra de partidos políticos. Él se definía de libreempresista, o capitalista de derecha. También tuvo sus disidencias con Macri y le vaticinó personalmente que iba a perder las elecciones porque estaba haciendo las cosas mal. Tampoco le perdonan que haya hecho una nota como nadie al actual presidente, porque demostró en ese programa que con Fernandez no se venía nada nuevo sino el retorno del ayer con Cristina Fernández, a lo hecho pecho. Y le dió a Córdoba el cordobesismo o el sentido de pertenencia de ser cordobes. Y también le dio grandes manos a artistas caídos como es el caso de Sergio Denis. Ácido, y sin empacho para hacer algun gesto de desprecio cuando no le gustaba alguna nota que emitíamos. Tan simpático como antipático y si era necesario y la monotonía del programa lo exigía se volvía desfachatado. No tenía cultura literaria, me refiero concretamente a la literatura pero era un gran consumidor de revistas y diarios, además no tenía tiempo para ponerse a leer un libro. Denunció los estragos del kirchnerismo, se peleó con Angeloz y abandonaron a LV2 que se derrumbó en la nada. Lo enfrentaba Victor Brizuela héroe del periodismo deportivo cordobés, pero habilmente con Rony lo cooptaron y se lo trajeron a cadena 3. En 1996 cuando le hicimos el agasajo en Colón llamó Brizuela y reconoció públicamente que Mario Pereyra había cambiado la historia de la radiodifusión y ahí por única vez pude ver, como se quebró. Reconocimiento que por tardío no era menos valioso. Utilizaba la picardía y sabía gambetear los momentos difíciles para no desestabilizarse al aire. Nunca lo vi sacado y menos en el micrófono, un profesional que vivió como le gustaba, le gustó como vivió; hizo lo que debía y lo que quería. Fue elegante porque sabía elegir, se quedaba con los mejores, no le temblaba el pulso para sacar a quienes no hacían lo que él necesitaba para que la realidad orbitara alrededor de su ego. Ese egocentrismo debe ser hoy el mayor problema que tiene cadena 3, porque sin Mario no hay vida. Y los detractores, con todo el dinero del mundo no lo pudieron comprar cuando el Kirchnerismo le hizo una oferta sideral para quedarse con la radio, pero él decidió no vender. Y durante más de medio siglo había que manejar psicológicamente a los grupos que lo acompañaban en el equipo, en la radio y desde la opinión pública. Hoy, el cerebro está consternado, perplejo, shokeado, no asume que ese hombre vital, motorizador del ánimo social, se haya reducido a un cofre de cenizas. Pero la naturaleza es así, independientemente de lo fiducial, de los que creemos que su alma ya está en otra dimensión, se toma su tiempo para memorizar y procesar las grandes pérdidas. Porque la muerte siempre llega, para sonrisa de sus detractores que estan vivos…..porque todavía no se han muerto. Hojarasca, miserias que se cuecen en el altar de las causas mediocres. JC MALIS.