EL LLANTO QUE RIE
La vida es impredecible, hasta el punto que, salimos de la casa y no sabemos si volvemos. Nada es seguro y la mayor garantía en el mundo es la falta de garantía. No es fatalismo, es ni más ni menos que la realidad.
Lo que pasa es que el sistema nos hizo creer que teníamos para el año 2020 todo asegurado: vacaciones, turismo al por mayor y por todo el mundo, la crónica de feriados extendidos en puentes interminables que fomentan solamente el disfuerzo o la muerte de la voluntad. Y no es que estemos en contra, pero ya lo decía el intelectual italiano Humberto Eco; vivimos un turismo irresponsable, porque seguramente el movimiento de la masa humana va a terminar con el planeta, como el recalentamiento, el agujero de ozono, la aparición de nuevos virus etc. Un mundo contaminado.
El gobierno chino sabía desde octubre 2019 por declaraciones de científicos de ese país que le avisaron al gobierno que existía el coronavirus y comercialmente liberales adherentes a la economía de mercado, pero políticamente dictadores, optaron por callar a dichos científicos y durante meses desperdigaron el virus en el mundo. Vendieron respiradores falsificados, se comen 10 millones de perros por año, más murciélagos etc. Parece que por allá no pasa el Senasa. Mientras tanto, ¡¡¡¡el superhombre parido por el pensamiento artificial en la era tecnotrónica donde el mundo nunca estuvo mejor conectado y tan incomunicado!!!!, sumido en el mundo digital, en su avance retroceso cuando las personas cuyos cerebros son reemplazados por celulares, cayeron en una mala suerte de “oligofrenia consensuada” que dejó la comida casera por la hamburguesa y la Argentina pendeja, que no tiene historia milenaria ni personalidad, se prendió en toda esta baratura globalizada.
Un mal día el mundo se enteró de que había un “virus chino” covid19 o corona virus que es diez millones de veces más chico que la mínima partícula, astuto y mutante, se reproduce tan rápidamente como ninguno y con alto poder de contagio, lleva muertos más de ciento veinte mil personas y las que mueren diariamente sumadas a las que van a morir. Estamos frente a una pandemia: endemia es para una localidad, epidemia para un país, pandemia es para todo el mundo. La Argentina que hasta ahora la saca barata porque cerró sus aeropuertos, está lejos de donde se originó este duende maligno, también cayó en sus redes y aparte de muertos e infectados ahora le queda el estigma de que este año decrecerá económicamente por los menos un 7% en su PBI.
El problema son los muertos, dolor irreparable de la vida irrevocable, dolor de los vivos porque sufrimos el apremio de contagiarnos enfermarnos y quizás partir antes de tiempo y de lo que será el día después con una economía al borde de otro default, con aumento de pobreza y mayor desesperanza. ¿Realmente creímos que este sería como todos los años, la navegación en dulce de leche, con asado cotidiano, vacaciones a ultranza, fútbol, la vida loca de los argentinos y seguir siendo como le dijo el pensador Julián Marías a Luis Eduardo Meglioli cuando vivió en España, que los argentinos éramos una manga de pendejos? ¿Nos preparamos para esta pandemia? Pero si Fernández dice que tenemos un gobierno de científicos.
Ahh si? y la científica que le sacó el genoma a este virus, no es un dato menor, le refriega a un presidente que no quiere que sus funcionarios se bajen el sueldo: Presidente yo científica gano 45.000 pesos, ustedes podrían contribuir al menos descontándose el 25% de sus sueldos.
Es que el cerebro no puede tolerar tanta desorientación patética que absorbe, desde 10 rugbiers asesinos que se ensañan con la vida de un buen muchacho, las excarcelaciones de una justicia hecha a la medida del gobierno de turno, más de la mitad de la economía informal, conceptuados como malos pagadores cuando tomamos deuda. Con universidades que no investigan, y escuelas que se olvidaron de tocar la campana de la educación alegre.
Spinoza sostenía: no reir, no llorar….comprender!!!!!!.
Comprendamos que en los próximos años San Juan deberá seguir luchando por la construcción del túnel, que no puede haber palos en la rueda del gobierno de Sergio Uñac por parte de ex gobernadores que con 12 años en el poder no cambiaron la historia; por lo menos se exige que colaboren y con nuevas camadas de gente joven que vengan a estudiar, a investigar, a convertirse en líderes políticos, de lo contrario como dice Ana Cafiero, los sanjuaninos por haber sufrido tragedias como terremotos, siempre vuelven a la panza de la madre. Lloramos, reímos y muchas veces este panorama estremecedor que vive el mundo nos recuerda al último Guasón, que quiere ser un payaso feliz, pero la madre falsificada, el padre indolente y la sociedad podrida no lo dejan, no quieren; hasta que lo convierten en el símbolo de un anarquista que rebela a los ninguneados para salir a hacer justicia por medios propios.
El virus es el ser humano, único animal descontento. Seguramente será destruido, pero van a aparecer otros, ya surgieron 4 en lo que va del siglo, éste es el más bravo, por lo tanto, debemos estar preparados desde la Argentina dispersa, agrietada, endeudada, con Tinellis multimillonarios y Wichis que tienen hambre de agua, con políticos en decadencia, que como decía don Leopoldo Bravo… solamente buscan cargos.
Si no hay mal que por bien no venga, la reflexión hacia una Argentina que vuelva a nacer no debe demorar, cuando estamos cansados de morir de nuevo…y de viejos. Como dice el proverbio ruso: “el primer paso es difícil…el último es más difícil”.
Mientras tanto hay que buscar salidas, puentes, túneles y meditar que en estos como en todos los tiempos, el crecimiento floreciente de la humanidad viene por el conocimiento que se lleva mejor con la lectura de las grandes obras de pensadores y creativos, que por el homo videns, que cultivándose en la cultura de la imagen, solamente consigue evaporarse. Hay que empezar a leer para crecer porque está visto que pasan los políticos, pasan los deportistas, pasan los artistas…. quedan…los periodistas!!!!.