El Covid no se entrega, no se rinde, resiste, se camoufla con nuevas cepas y ya mató en la Argentinas a 90.000 personas. El ex ministro Gines levanta su copa de vino para brindar desde Madrid y el imberbe jefe de ministros, nieto de Cafiero hace su paso por el senado, se muestra sarcástico y amenaza: cuando terminemos con el virus ustedes los de la oposición se deben preparar porque no se la van a llevar de arriba. patético!. La sociedad está empezando a perder la paciencia entre quienes no quieren vacunarse, los que esperan la segunda dosis que nunca llega y la delegación de huérfanos que van quedando en el camino porque no pueden despedirse ni siquiera de sus nuevos muertos. Las vacunas están y no están. Una caterva de desubicados tienen plata (250 mil millones de dólares, equivalente a la deuda externa, declarados por supuesto es lo que tienen argentinos debajo del colchón, en Suiza, el exterior y paraísos fiscales) pueden darse un baño de ostentación viajando por el mundo y en EE UU se vacunan, mientras media argentina pobre, mira la realidad con los ojos enjugados. La insensatez cunde ante la paradoja al ver hambre y multitud de canales de talevisión presentando la máxima estrella: masterchef, preparación de diversidad de comidas para No Todos. Una burla, una turbulencia al ser nacional, a la memoria de Belgrano que murió en la miseria, porque perdió su fortuna en el casino de la solidaridad cuando lo donó todo para la construcción de escuelas. No aprendimos nada. Aquellos ejemplos se los llevó el viento. Al Argentina es desopilante, se roban una niña en San Luis, Samid se saca la tobillera y se va a comer a un restaurante, Alperovich que se cansó de violar a su sobrina secretaria, espera y no desespera porque sabe, que mientras gobierne el cristinismo, no lo van a detener y Picheto, hace su partido, es un tipo respetable pero las dudas comienzan a perseguirlo: es preferible esto que pasa porque Ud. decidió no quitarle los fueros a un ex presidenta y permitirle que fuera candidata?, valía la pena su teoría de la sentencia firme cuando los que sentencian en este gobierno con jueces adeptos son los mismos cómplices de los que saquearon un país?.
Entonces aparece carta abierta, en el caso de González respetamos a los muertos pero la muerte no corrige, fue un grupo de intelectuales manejados por Ernesto Laclau quien con su mujer inspiró al Kirchnerismo a buscar siempre al enemigo perfecto para tener el poder y con gran cinismo cuando le preguntaron un vaticinio sobre las elecciones dijo: ah no se, soy ciudadano londinense, pero defendía al autócrata de Chavez y a cuanto populismo surgiera sembrando el pobrismo. Ahí estuvieron Gonzalez, Verbitzsky, Feinman, El hermanito de Bielsa hoy embajador en Chile que siempre cae parado y en degradé el locutor Victor Hugo Morales con tantos otros que fueron «sensualizados» es decir, comprados por plata y por poder para que crearan discursos apócrifos y les hicieran creer a la gente que había que ser neutrales si nos caía una peste bubónica, por ejemplo. Y estos que crearon el relato Kirchnerista, se fueron degradando de tal forma que bajaron a la dimensión de los Brancateli y de sensualizados se convirtieron e suicidiarios que son los que se van suicidando todos los días, gradualmente y hoy no les queda casi nada, los que fueron por todo, coimeando a medio mundo porque eran dueños de la caja o fondos publicos. Ahí cayeron ex gobernadores, intendentes, diputados toda la fauna política, envalentonados por un expresidente como Macri que todo lo que hizo o casi todo no tuvo los resultados que el pueblo esperaba y había confiado.
Hoy la educación aunque no quieran ceder a decir la verdad que el ciclo anterior y el actual estan irremediablemente perdidos, la argentina tiene hambre, hundida, desprestigiada con un presidente que se parece cada vez más a Groucho Marx con sus sanatas y alusiones históricas histriónicas, ante una vicepresidenta que ya pìde a gritos: a los botes!!!!. Tiempo perdido, vidas 90.000 que se fueron por la rendijas de las decisiones políticas equivocadas y generaciones que deben vacunarse para no contraer el mal de degeneraciones de un país distraído de la vida del mundo y de todo sentido existencial.