Hay un recuerdo de Borges sobre la muerte de su abuela: mi abuela decía la tarde que se iba muriendo mientras todos pasaban de largo por la puerta de la pieza, conturbados y mirando de soslayo, ella serena expresaba: no se que pasa en esta casa, no sé por que veo tanta preocupación o angustia si en definitiva es una tarde como todas, todo esta en su lugar y lo único que se está produciendo es que una mujer que soy yo, ya vieja..simplemente se esta muriendo nada más…..Lo cierto es que existe cierta dramatización sobre ese acontecer que ya lo dijo el filósofo más preclaro del siglo 20 en su obra EL SER Y EL TIEMPO..somos relativos a la muerte. Desde que empezamos a vivir ya venimos codificados con la muerte. Es inexorable, para que resistir?. Y claro la muerte le duele a los otros, siempre y si pensamos en el moribundo, hay testimonios hasta el hartazgo que mientras se apaga como una vela, lo invade cierta paz que no tuvo en vida. Inclusive más..no parece pero sabemos, tenemos la certeza de que a tal hora, en tal momento nos vamos a morir. Pasa todos los días pero la gente no lo ve o no lo quiere ver. Contaba un médico que se le estaba muriendo su esposa. En la clínica se le dio por llamar a un hijo quien se fue a su casa a asearse. Lo llamaron, el médico le dijo tendrá tiempo de llegar antes de que parta su madre?. Y un enfermero le contestó, por supuesto, hasta que no llegue no se va a morir. Y como lo sabe le preguntó el médico?..el enfermero le contestó: y porque hace 50 años estoy viviendo estas experiencias. Llegó el hijo, ella se despidió de él y se murió. Es más, hay muertos que esperan!!!que?..que hay muertos que esperan!!. Un caso es el que me contaron algunos militantes radicales; en tiempos cuando no existía el celular, había que manejarse con llamadas a larga distancia. Se muere una mujer en Villa Hipódromo y hubo que llamar al marido y pedirle que viaje, estaba en Comodoro Rivadavia trabajando. Hubo que esperar más de dos días de viaje. La esposa estaba siendo velada en su casa. Pasaron 3 o 4 días y hubo que esperar. Pero una vecina iba todos los días acomodaba las flores, limpiaba pero en ningún momento el cadáver se descompuso, estaba intacto. Vecina que muchos no la vieron otros que la vieron y despues nunca más la vieron hasta llegar a la conjetura de que no sabían si alguna vez existió. Pasaron los días y llego el viudo, entró, pidió que lo dejaran solo, había tomado un vaso de agua. Estuvo unos minutos ante el cadáver de su esposa y se retiró a la cocina. A partir de ese momento cuentan, se descompuso todo, las flores se marchitaron, el cadáver se descompuso y empezó a echar olor, hubo que sepultarla rápidamente: o sea, lo estaba esperando!!!!. Todos queremos vivir un día más, por más que la insultemos a la vida, hasta que nos vamos Y aqui va la explicación del título: LA MUERTE NOS PERDONA LA VIDA. Para la sociedad cuando alguien se muere, inmediatamente es sacralizado por el hecho simple de haberse muerto. Puede haber sido un perverso, maligno, repugnante, no importa..murió y llega el indulto. hace días se murió un periodista popular, un provocador, cometió muchos errores, realizó ciclos televisivos deplorables. Pero murió y la mayoría lo lloraba, todos los exaltaban como si hubiera sido un gran tipo. Es hipocresía social y una gran falacia..porque con esa costumbre nos hacemos creer que tipos que para muchos no debieran haber existido, resulta que la muerte los indulta. Cuando todos sabemos que LA MUERTE NO CORRIGE. El hijo de puta..muere y habra sido un irreversible hijo de puta. Pero la muerte le perdona la vida que vivió y hasta le tergiversa la memoria a la historia. He visto gente durante la pandemia, llorando, pataleando contra la vacuna, impresentables que se ponían la vacuna adelantandose a la cola, el vacunatorio Vip, he visto delincuentes afanando y vendiendo vacunas y he visto cínicos como Verbitzky vacunándose antes de tiempo y luego dando la primicia. Y algo más sobre la lección de serenidad que nos deja la abuela de Borges. Cuando es natural, no es la muerte, es la vida la que elige a la muerte, la llama, le avisa y se produce la operación perplejizante pero cierta: es la vida la que elige morir y no la muerte la que interrumpe. Y si seguimos profundizando en relación a la obra el el y el tiempo donde se demuestra que somos relativos a la muerte..hasta que punto no podemos deducir que la muerte y la vida son dos impostoras.