AL MAESTRO DE LOS MAESTROS: Vinimos a verlo porque sabemos que usted siempre está vivo, como aquellas criaturas del arte: somos niños, somos adolescentes. estamos tristes, nosotros no sabemos lo que es una pandemia, pero también la estamos sufriendo. Nosotros los niños dicen que tenemos la mente zahorí porque podemos ver el otro lado de la luna pero con tanta tristeza en la tierra, que alegría infantil le podemos llevar al universo?. Maestro!!y nosotros eramos adolescentes porque crecíamos, pero este año solamente somos adolecentes, adolecemos, porque habremos perdido un año irrecuperable, porque no volverá. La escuela está vacía, las campanas son de palo y mi guardapolvo está arrugado y triste, se cansó de esperar y envejeció prematuramente. Y asi están todos Maestro, los alumnos, los padres, los maestros, la escuela, todo el sistema, es como una pandemia dentro de la pandemia, es la decrepitud precoz..todos nos volvimos viejos!. Nos dan guías que no tienen norte, porque a pesar del esfuerzo, no entendemos cuando la mente en formación necesita tiempo, amor, cariño, abrazos de maestra, pero es dificil entender cuando una sociedad pierde la capacidad de comprensión!, yo no tengo celular y yo no tengo computadora, y y yo tengo eso pero no tengo internet. Y nos quieren meter en la cabeza de golpe, lo que ellos no aprendieron durante su vida; no son los maestros, no es la familia educativa, son los que que se hacen elegir por la sociedad para que sea feliz, pero cómo seremos felices si la educación nunca estuvo en el centro de sus preocupaciones políticas?. Es injusto, algunos hemos aprendido algo, otros nada, otros pueden pagar profesoras y los que no podemos pagar?…no puede haber desigualdad en la escuela, porque entonces es cuando nacen todas las injusticias humanas. Los chicos estamos tristes, no entendemos, no nos comprenden y todos los días nos dicen que se abren las puertas de una escuela que sentimos se nos ha cerrado para siempre. Al menos ni siquiera el timbre suena, como sonaban las campanas de la escuela de los abuelos. Mestro, si nosotros estamos tristes, porque que es un niño sin la escuela?, entonces no alcanzamos a ver aquel futuro promisorio que se nos aleja de las manos. La ley nos queda lejos, la escuela nos queda lejos, diciembre ya no tendrá la alegría del mes más feliz del año. Si nosotros sin escuela hemos perdido la alegría y estamos tristes, nos imaginamos que ahora la tristeza está alegre!! Maestro!. No tenemos gremio, los alumnos no tenemos sindicato, no tenemos donde quejarnos y clamamos pero ningun adulto escucha, que nos estan incorporando la cultura del disfuerzo, de la nausea, del vacío, del beso de la muerte sobre la vida que permanece así sin cimientos, sin crecimiento, sin voluntad. Vuelva maestro!!!revitalice la educación, de la mamá que es nuestra segunda maestra y de la maestra que es nuestra segunda mamá, que doblen las campanas, que se despierte la estirpe de aquella Argentina que fue la más culta de América. No hay guias, no hay era digital, no hay ecuación que nos pueda sacar de este naufragio escolar. Millones de niños argentinas aqui estamos, esperando todos los días que nos traerá la marea….que nos devuelva la esperanza de que si la vida no va a la escuela, el mundo será un pobre analfabeto indigente.
Eduardooooooo!..Eduardito..donde estás, ya está la comida, nene, lavate las manos, ponete alcohol, veni a la mesa. No, pero que pasa, no lo llamés más..esperá, a esta hora es cuando llegaba de la escuela?. Y si..pero…pero ya va a venir. Lo voy a buscar a la pieza!!..Nooo, no me estás escuchando, yo lo he visto, a esta hora, abre el ropero, descuelga el guardapolvo, lo abraza y se pone a llorar!…Y llora ahi solito?..noo, los dos, el guardapolvo tambien llora!.