Ahora no pensamos, es imposible. La mente recién va a procesar lo que nos pasa con esta maldita pandemia dentro de muchos años. Un respiro que nos da la existencia para que no se nos venga el mundo de golpe como un tsunami. Ayer estuvimos charlando y hoy no me dejaron entrar antes ni después del estertor. Ya no lo volveré a ver, porque al morir por Covid, peligroso y letal en cualquiera de sus variantes y versiones, consideran que al estar metidos en una pandemia, debe pasar directamente de terapia a la morgue y de ahí a su morada final. Muy cruel como a tantos hermanos que hemos visto no pudieron despedirse de sus muertos. Es como si se nos arrebata el derecho de despedirnos de nuestros muertos. En este caso, la muerte de mi amigo, un tipo bueno, sufrido, trabajador y derecho le quita la paternidad prematuramente a cuatro hijos que se criarán sin comprender como yo, que ante esta claudicación infausta de la vida, no hay palabras, ni consuelos, porque nos quedamos shokeados, bloqueados, cuando el calor, el sol, y los problemas domésticos pasan a ser acontecimientos secundarios, sin importancia y claro, no podemos asumir la insoportable levedad del ser, como dicen los budistas, salis y no sabes si volves. Creemos que tenemos el día comprado pero cuando nos metemos la mano al bolsillo para pagarlo, nos damos cuenta de que no existe la billetera para pagar lo impagable.

Luchó contra los ACV, apostó a la vida redobló la apuesta, se le derrumbó la casa alquilada en febrero del año pasado, gestionó desesperadamente por cierta incapacidad que no le impedía ser un laburante de sol a sol, para que el IPV le entregara una casa para pagarla, lo tuvieron a las vueltas, abusaron algunos de su buena fe y se inflamaron de costillares, hoy deben estar debajo de la cama. Debía trabajar porque de lo contrario su familia no sobreviviría, y debía pagar un alquiler y de sobreviviente se convirtió en infraviviente, y dejó su salud en su primer trabajo hace años porque era demasiado exigente consigo mismo. Mientras algunos tiran manteca al techo, otros roban, él era un tipo intachable o sea, no tenía lugar en este mundo argentino. Y se fue, para siempre, la muerte no te da desquite; primero se le derrumbó la casa de adobe y ahora se derrumba el hogar!!!, ése que necesitará toda la potencia bondadosa de su mamá y hermanos y su viuda, para reconstruir. Esta pandemia no perdona, a pesar de los antivacuna, de los que se adelantan en la cola como el vacunatorio Vip que ahora un tal Zanini..lo ubican?..se adelantó en la cola, y pretende que la justicia cite a miembros del FMI  por el último préstamos que le dieron a la Argentina!!!!. Qué caradura, él y quien lo manda, ya sabemos es la arquitecta egipcia. Pero no nos salgamos del tema, el covid te mata y te trae el cementerio a tu casa. DC se fue, se murió lo mató su nobleza ante la corrupción, y el propio sistema perverso. Y nosotros nos quedamos con la actitud del sabio Solon que llora desconsoladamente a su hijo muerto, alguien le pregunta: ¿ para que llorás si ya es tarde, no sirve; el sabio le contesta, por eso lloro, PORQUE NO SIRVE.

Daniel..perdón por estas lágrimas tardías.

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