La Argentina sufre de etnofobia y también de xenofobia, es cuando no se tolera a otra persona solamente por cometer el pecado de haber nacido en otro lado. La primera es cuando venimos de otras provincias la segunda es cuando hemos nacido en otro país. Luis Román Pizarro fue el mejor periodista que tuvo la provincia de San Juan. No confundamos con intelectuales, pensantes, interpretativos, exégetas o  lo que sea, estoy hablando de un periodista que se la jugaba y podía alcanzar entrevistas que nadie las alcanzaba. El anecdotario es inmenso y fue el estandarte de la radio sanjuanina por encima de Colón y de radio San Martín. Haber trabajado con él es una honra. De genio muy fuerte y temperamento de tigre Siberiano, podía lograr notas a los Papas, Reyes, Estadistas, presidentes y permanecer en la rutina que nos brinda el entresijo de la relación entre dirigentes y la gente cotidiana, no olvidemos que somos lo que nos rodean.

Batallador incansable en la contienda política que a más de uno puso en apuros, y lo encontrábamos en el mundillo político, en las inauguraciones de toda clase y en las tragedias como cuando se desplomó el colectivo con los músicos del Rim 22 desde el Tambolar. Antes de la llegada de la última democracia, había que verlo actuar lidiando hasta con los militares porque había que transmitirle a la gente lo que no estaba permitido que le costó censura y debió marcharse a Mendoza. Pero volvió como vuelven los grandes, ahi lo conocí en 1982, como periodista y al poco tiempo incipientemente como editorialista pero fundamentalmente cuando empezaban los debates en 1983, ante un fenómeno nunca visto: los debates de confrontaciones políticas con bombos, pancartas, participación general, era durante los sábados a las 13 horas y cuando terminaba el debate, un día me decía Rony Vargas: ¡vos no te imaginás la audiencia que despliegan estos debates, la ciudad y el gran San Juan quedan paralizada, las siestas muestra una ciudad sin gente en la calle. Era la radio y aquellos debates donde no quedaba nada sin tratar, ideacional y emocional, trepidante, terrible, con vibración y atención que jamás se vió en esta provincia.

El impulsor era Lucho Román con periodistas de la talla de Juan Sanchez, Pedro H Yélamo y quien les relata este acontecimiento político cultural que jamás volvió a repetirse. El último debate era para alquilar balcones y se hizo en los estudios de radio Colon con la presencia de Leopoldo Bravo, Américo García, Carlos Teófilo Alonso. Cesar Gioja y Alfredo Avelín. Había mucha tensión en el estudio; recuerdo algunos cruces cuando Alfredo Avelín le retrucó a Cesar Gioja: Ud no hable, porque solamente ha demostrado ser un compadrito de la política; el humor despiadado de Américo García, Leopoldo Bravo con su natural semblante rígido y el moderado Alonso. Eran debates tremendos, volvía la democracia, los radicales creían que la tenían ganadas a las elecciones pero Alfonsín le prometió un porcentaje de la coparticipación a Bravo realmente insuperable. Román fue el protagonista principal de aquel acontecimiento político y no le importaba cuando me decía: el 50% te odia, el50% te ama, pero todos te escuchan. Luego con el tiempo seguiríamos en otras elecciones con voces de la democracia entre tantos programas. Y quien no pasaba por Informadísimo se quedaba seguramente sin protagonismo.

Pero se debatía, se gritaba, se confrontaban ideas a muerte, se entrecruzaban verdaderos caudillos, lamentablemente en partidos cuyos hijos terminaron matando la gallina de los huevos de oro; porque convirtieron en escombros lo que a sus antepasados levantaron con los hombros. Es cierto había tres radios, es cierto había contados periodistas y eran precarios los elementos técnicos que se usan ahora, pero no faltaba la sustancia fundamental de todas las democracias libres: LA JERARQUÍA. Ésa y no otra era la escuela, la escuela del periodismo y de la dirigencia.

Y que pasó?..con las FM se revoluciona la radio, comienzan a morir las AM, ya cualquiera se ponía la etiqueta de periodista, bajó el nivel de edición y de editoriales, el mundo se apuraba en hablar y dejaba de dialogar. Se sentía más y se pensaba menos. Decaía la creatividad y desde 1990 ya éramos periodistas bisagras se nos moría la mejor época de la radiofonía y recibíamos una acumulación inusitada de emisoras ilegales, que luego se legalizaron, se saturaban las frecuencias pero nunca llegarían a ser radios como aquellas, enormes y como periodistas sublimes como Romás, Emilio Biltes y no sigo nombrando para no ser injusto.

Lector, no se si ud vivió aquellas cabalgatas periodísticas inolvidables, pero si lo hizo compare con la nadidad de los debates actuales, donde se visita al vecino se le deja un panfleto, pero no se habla y menos se dice. Muchas veces golpean la puerta no para conducir a una comunidad sino para cazar un puesto, un lugar en la lista que les asegure estadía pasajes gratis y portentosas jubilaciones.

Aquí hay que jugarsela, cueste lo que cueste, en mi caso no tengo nada que demostrar con 41 años de periodismo, me brindé todo, hice de todo, pero sigo creyendo que tengo mucho para dar, justamente por esa escuela que tuve. Y lo que veo, es que no hay debate, en el oficialismo hay una confrontación entre el gobernador Sergio Uñac versus José Luis Gioja, quien no tengo reparo en decir lo que dije siempre en mis años de censura; rescato su capacidad de gestión, su angurria de poder, pero siempre la justicia A Gioja que se vuelve injusticia por omisión lo debiera estar esperando. Y en el caso de la oposición, ya lo dije parafraseando a Juan Filloy: no tiene coito, es decir, no desafía más preocupada en sacarse al adversario de encima apelando  a la Corte, que desafiándolo, enfrentándolo y un dato que no es menor, pocas visitas vienen de la nación a dos semanas de la contienda.

Pero hay que estar preparado con tipos como el recordado Chago Illanes, con quien teníamos discusiones creativas hasta en los cafés. Una anécdota para finalizar, hace unos años yo estaba en radio San Martín y no querían traer a un invitado porque tenían vergüenza a dónde lo llevaban, ya que habían tenido problemas en algunos medios. Lo trajeron nerviosos y apurados; Osvaldo Terragno era el invitado, mientras los militantes me insistían que fue breve. Lo empecé a entrevistar, El entonces senador contestaba. Me seguían presionando, entonces se produjo un silencio llamativo, saqué y puse sobre la mesa, desde Argentina siglo XXI..Proyecto 90 y todo lo que venía escribiendo el senador, para demostrarles que no era ningun neófito y que Terragno lo comprobó y los calmó!!porque se sintió cómodo. Temieron encontrarse con un improvisado y se les fue el susto de golpe.

Por eso y recordando a grandes periodistas, comparando con lo que sucede hoy, aseguramos, debates eran los de antes y claro hoy con la inteligencia artificial y los celulares hay más velocidad y conexión, pero menos comunicación. No se hemos quedados sin tiempo, hasta para leer un libro. Y nos vamos quedando sin polémicas, debates, palabras y metáforas. El articulismo nueva versión de la literatura, nos reduce al máximo la emoción de la ética dialógica y sin sustancia gris es improbable el debate necesario para que los jovenes presencien como en 1983 el debate urgente para que no se vayan del país que se ha quedado sin alma.

 

JCM.

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