Desde la trinchera con el cerebro alborotado que lucha por la supervivencia es imposible pensar en el ayer ni en el mañana. No hay tiempo, la conciencia se expresa en su máxima potencia, los ojos se abren como la flor del asombro y todos los sentidos funcionan a toda caldera. Mato y me matan. Nuestro casco es el barbijo que se desacomoda y a veces es perforado, nuestros disparos son vacunas que vienen de vuelta. Dios, dónde estás, te está buscando Discépolo que te quiere conversar, te está buscando Benedicto XVI para preguntarte por que a veces callas. ¡Apurate José grita Teresa Parodi porque se viene la inundación! y yo ya soy un sobreviviente que camina sobre 60.000 compañeros muertos. Somos 45 millones de soldados desorientados. Hay una tregua y canto bajito:
Estas desorientado y no sabes
Que trole hay que tomar para seguir
Y en ese desencuentro con la fe
Queres cruzar el mar y no podes
La araña que salvaste te pico
Que vas a hacer?
Y el hombre que ayudaste
Te hizo mal dale que va
Y todo el carnaval
Gritando pisoteo
La mano fraternal
Que dios te dio
Que desencuentro
Si hasta dios esta lejano
Sangras por dentro
Todo es cuento, todo es vil
En el corso a contramano
Un grupi trampeo a Jesús
No te fíes ni de tu hermano
Se te cuelgan de la cruz.
Quisiste con ternura, y el amor
Te devoro de atrás hasta el riñón
Se rieron de tu abrazo y ahí nomás
Te hundieron con rencor todo el arpón
Amargo desencuentro, porque ves
Que es al revés
Creíste en la honradez y en la moral
Que estupidez
Por eso en tu total
Fracaso de vivir
Ni el tiro del final
Te va ha salir
Qué desencuentro! Pero la guerra continúa. Ayer tuvimos 543 bajas y hoy será casi igual porque los generales no se ponen de acuerdo y sabemos que el enemigo está mutando y viene con refuerzos. Es de noche se relajan las balas, hasta la guerra necesita dormir. Me pongo en la boca la linterna y aprovecho para escribir a la vieja,.
Viejita mía: ayer comí el último chocolate, tenía gusto a dulzura de madre, estamos ganando la guerra, aunque claro yo se que Ud no me cree porque alguna vez escuchó a un locutor que decia: estamos ganando! cuando nos estaban cacheteando feo. Pero ahora no hay militares en esta guerra, quédese tranquila, aunque ayer nos quitaron tres banderas, las que escuchábamos de aquel presidente cuando clamaba: con la democracia se come, se cura y se educa!. Estoy bien vieja lo que más extraño son los canelones, cuando vuelva la quiero ver linda. Yo estoy bien, no se preocupe, ahhh digale al Polo que se acerque hasta la Pocha y me pague la cuota del préstamo, yo le voy a devolver todo. Aquí estoy protegido como cuando estuve nueve meses en su panza..pronto nos vemos viejita mía.
Sigue la guerra, el enemigo es un parásito, pero mañana queda identificado, porque en este país todos somos grandes laburantes y ahí los vamos a distinguir a los pocos que quedan combatiendo, aunque 1 de mayo, quizás este delirando por la fiebre. ¿por que las estrellas siempre son más hermosas y cercanas cuando se las puede ver, no desde un observatorio sino desde el telescopio de la trinchera! un colega antes de morir me dijo que se ven mejor porque desde la trinchera se valora mejor la vida y cuando bajamos a estos yacimientos, surgen los fuegos artificiales del alma.
Pero ya pasaron 13 meses de guerra y la Argentina ya no será igual, porque la guerra te deja escombros aunque el mundo se encoja de hombros; pienso a mi gente, a mi país, a mi pueblo y no me queda otra que cantar…
Barcos que en el muelle para siempre han de quedar
Sombras que se alargan en la noche del dolor
Náufragos del mundo que han perdido el corazón
Donde el viento viene a aullar
Barcos carboneros
Que jamás han de zarpar
Torvo cementerio
De las naves que al morir
Sueñan sin embargo
Que hacía el mar han de partir
Amarrado al recuerdo
Te sigo esperando
Niebla del riachuelo
De ese amor para siempre
Me vas alejando
Nunca más la ví
Nunca mas su voz
Nombró mi nombre junto a mí
Esa misma voz que dijo adiós
Bebé tu nostalgia
En el sordo cafetín
Llueve sobre el puerto
Mientras tanto mi canción
Llueve lentamente sobre tu desolación
