La vicepresidenta de la nación en su carta de nueve paginas entre otros cuestionamientos habla de la gordura del presidente de la nación, no sabemos si lo dice taxativamente o es un sarcasmo porque se lo ve sin cintura política. Lo cierto es que Nelson Castro ya había advertido que el presidente estaba bien, antes de asumir, porque sufrió una flebitis pero que debía comer menos medialunas porque estaba con sobrepeso. Despues vinieron 10 meses horribles con pandemia, inflación, escapada del dolar, aumento de la pobreza y la destrucción sistemática de la economía. El presidente está gordo, se le puede observar la turgencia de su abdomen y además lo que fue muy comentado es el estado de su rostro haciendo hincapié en sus ojeras muy marcadas y profundas. Según los médicos este signo marca la falta de sueño, no duerme o duerme poco y mal, está totalmente estressado y muy preocupado. Ya sabemos que para cualquier presidente un año en la casa rosada equivalen a 5 años de vida común. Pero se puede comparar su rostro y formas antes de asumir al estado que se encuentra ahora. El sueño, el buen dormir es una parábola que no debe ser interrumpida y es uno de los alimentos sustanciales en el buen funcionamiento de la salud de las personas. Y si no que se tome un descanso como lo hacía Macri que se pasaba gran parte del año en villa la Angostura.

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