Pese a sus promesas, Alberto Fernández no anunció ninguna medida contra la inflación
El Presidente que había anunciado una guerra contra la inflación postergó los anuncios concretos. “He instruido a mis ministros para que tomen las medidas necesarias y ellos serán los encargados de comunicarlas a partir de mañana”, dijo.

La declaración de la guerra contra la inflación que anunció Alberto Fernández generó una expectativa que chocó de frente con el contenido discurso presidencial. El Presidente describió el marco general de las medidas que terminarán de definirse tras al reunión que el jefe de Estado mantendrá a comienzos de la semana con la conducción de la CGT y de la Unión Industrial Argentina, con quienes se entrevistó en la Casa Rosada, el miércoles, luego de que el Consejo del Salario estableciera el nuevo haber mínimo.
En un mensaje grabado de 15 minutos, Fernández enfatizó que el acuerdo con el FMI -que el cristinismo rechaza- es el primer paso para ordenar la macroeconomía. “Ha sido un momento histórico. Por primera vez la refinanciación de una deuda con el FMI se discute y se aprueba en el Congreso”, celebró el mandatario, aunque nada dijo del rechazo de los socios mayoritarios del Frente de Todos, que quedaron en soledad.
El jefe de Estado dijo: «He instruido a mis ministros para que tomen las medidas necesarias y ellos serán los encargados de comunicarlas a partir de mañana».
Tras su viaje a Tucumán, adonde viajó para participar de la entrega de patrulleros, y luego de reunirse con el viceprimer ministro israelí junto a Santiago Cafiero, Fernández se recluyó en la intimidad de Olivos con los ministros y funcionarios del Gabinete Económico y el canciller para evaluar las medidas para contener los precios. “Ya empezamos a trabajar con cada sector”, sostuvo un hombre de máxima confianza del Presidente. Algunos de los máximos dirigentes de las cámaras empresarias negaron de plano esas versiones y esperaban, .
El alza de precios en los dos primeros meses del año – 3,9 en enero y 4,7 en febrero- obligó al Ejecutivo a diseñar un paquete de medidas, que todavía está en ciernes. El alza de la canasta de alimentos y bebidas que subió 7,5 puntos en febrero (y llegó al 8,6 en el Conurbano) y de la canasta básica de alimentos para una familia tipo -que se utiliza para medir la indigencia y trepó un nueve por ciento el último mes- ponen el alarma a la Casa Rosada, en el medio de las internas -la fractura expuesta- en el oficialismo que dejó el acuerdo con el FMI.
El inicio de la “guerra” no traerá resultados favorables inmediatos para el Gobierno y los consumidores. Uno de los socios más prominentes del oficialismo ya descuenta que en el mes de marzo la inflación seguirá su curso ascendente y superará holgadamente los 5 puntos.
Fernández repasó escuchó los consejos del asesor catalán Antoni Gutiérrez Rubí, pero sobre todo el consejo de los ministros de Economía, Martín Guzmán; Agricultura, Julián Domínguez; Trabajo, Claudio Moroni; y Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. También del presidente del Banco Central, Miguel Pesce; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont. También fue de la partida Cecilia Todesca, que hasta su mudanza a la cancillería se desempeñaba como coordinadora del Gabinete Económico.
Mientras Todesca suena como hipotética reemplazante del cada vez más resistido Martín Guzmán -fue la primera dirigente a quien Fernández le ofreció el cargo en 2019- el jefe de asesores del Presidente Juan Manuel Olmos gana cada vez más influencia y se convirtió en el virtual coordinador del Gabinete Económico.
Las ausencias también son sugerentes. En el momento más delicado de su gestión, Fernández se recuesta en su círculo íntimo. Por agenda, Sergio Massa, que lo acompañó en Tucumán, no estuvo en Olivos. En el Congreso señalaron que el titular de Diputados no colaboró en la imaginación del paquete de medidas. El jefe de Gabinete Juan Manzur permaneció en su provincia. Mucho menos colaboraron los funcionarios de La Cámpora y el kirchnerismo. El ministro del Interior Wado de Pedro, el único camporista que apoyó públicamente el acuerdo con el FMI, no viajó a Tucumán ni estuvo en Olivos.