Si no damos en la tecla, analizando el conjunto de causas que producen estragos, lo más posible es que sigamos fabricando en serie, asesinos malvados y víctimas indefensas.
Ana Arendt con su ensayo sobre la banalidad del mal nos invita a encontrar la causa de todos los males en este país que se transformó de cacería en carnicería. Como siempre estará presente Jorge Luis Borges con su definición incomporable cuando nos dice: ” y ese raro placer que sentimos ante la destrucción”. Somos monos avanzados, no nos atrevamos a creer que somos seres humanos, humanoides tal vez, con excepciones que nos ayudan a sublimarnos. Comencemos por Adolf Eichmann; genocida que presidía campos de concentración y que vivió escondido en la Argentina. Vinieron los israelíes, lo secuestraron se lo llevaron, lo juzgaron y sentenciaron a muerte. Ana Arendt lo toma a este caso como muestra sobre la banalidad del mal. Banal significa, trivial, superficial, epidérmico, sin sustancia, muy parecido a la cultura social actual. Dice ella, Eichmann no era un satanás., sino un tipo normal, “terriblemente normal” y cuando lo indagaron sobre las atrocidades que cometía en los campos se limitó a contestar: yo solamente cumplía órdenes. Algo así como quien cree que cumplió con su deber. Disciplinado, aplicado, un burócrata, terriblemente normal.
La serie más vista en Estados Unidos hace años, quien no la vio?, fue LOS SOPRANO. Clara muestra de la banalidad del mal, interpretado por una persona común, que lleva los niños a la escuela, hace las compras, trabaja, se queja por su ascendencia italiana si no hay pastas en la heladera, tiene furibundas relaciones sexuales con su mujer, discute con el carpintero, con el plomero con el albañil, como cualquier hijo de vecino, hasta que tiene salidas donde es el jefe de la mafia, descuartiza, entierra, secuestra entre sus hobbies. Por lo demás, un tipo normal, terriblemente normal. Algo así como denunciando la doble moral victoriana inglesa en loa novela Doctor Jekyll y Mr Hyde?, científico de día y criminal en la noche. La doble moral es el fenómeno parecido a cuando en nuestro ser tenemos dos seres y ambos se manifiestan. En el caso de Lucio Dupuy, aparece la doble moral, o la banalidad del mal magníficamente interpretada por el novio o novia de la madre del niño quien en Twitter, nos venía advirtiendo: para qué traen niños al mundo si no los cuidan?…o sea, el niño sobraba, era un estorbo. Este ser, no digamos satanas, sigamos terriblemente normal, hace las compras, tiene trabajo y desea “culiar”….y expresa…quiero culiar, acaso estoy pidiendo algo fuera de lo normal?….no me merezco estar con mi novia (la madre filicida)..unas horas, irnos por ahi dos o tres semanas?…no saben ustedes las ganas que tengo de armar la pileta para disfrutarla ahora, pero tengo tantas cosas que hacer!!!!. Ella cree que tiene derechos, está estresada, quiere amarse con su novia, el niño estorba, y se complacen, quemandolo con el cigarrillo, pegandole todo el tiempo, abusando, destruyendo la mente del niño…se van cebando hasta que experimentan la delicia demoníaca de ¡DESNUDALO Y HACELO CAGAR Y QUE DESPUES VOY Y LO MATO!. Gozan como antropófogas, desgarrandolo, como si se lo comieran a mordiscos y lo matan. Normalmente, comunmente, le dice a la novia, andá a la comisaría decí que nos quisieron robar y nos mataron al niño…estorbo. Mientras tanto yo preparo la comida.
En el caso de Nancy se da algo parecido. Hay un asesino que mató estuvo preso solamente 3 años porque cumplió los 70 y el tipo exigió se cumpla el derecho humano de que a su edad no puede estar en la carcel y el estado que no está ¡NUNCA ESTÁ, donde tiene que estar, le concedió ese derechos. Y este tipo, salió, solitario, albañil, prestamista de cabotaje, normalmente presta y si no le devuelven exige le paguen con sexo. Y él cree que es justo, que está bien, por qué no cobrar lo que le deben?. Nancy no debe haber tenido plata para devolver, no quiso acostarse con el homicida, y el tipo la mató la descuartizó y la semienterró…la banalidad del mal. Un burócrata de un estado burócrata, cuya ley no es para cumplirla sino para hacer lo contrario. Lamentablemente con este sistema perverso, de gobiernos nefastos, habra muchas Nancy y muchos lucio. Cuidado, la banalidad del mal se te mete hasta por actos burocráticos te hace creer que tenes derechos, vas a la verdulería, cumplis con tus deberes, obedeces ordenes y terminas siendo un asesino serial. Un caso: PAMI…cirugía, turno para dentro de 10 días..colas..espera, la persona vuelve a los diez días, le contestan: hay conflicto con los cirujanos no lo pueden atender. Vaya a la calle Cordoba y Mendoza. y de ahí te derivan a un hospital y si tenes suerte no te moris en el camino. Es el sistema idiota!!!. Otro caso, el tipo es laburante, nunca deja de poner el sustento, un tipo comun, un vecino normal. Vuelve, le dice a la mujer, a esto le falta sal…la mujer trae el salero, y el tipo le dice, NO..vamos a la pieza…..ella sabe lo que le espera, entran cierra la puerta, un golpe va al riñon, otro en una teta, y el otro puñetazo en el estómago, ahi…le mata el hijo en gestación. Vuelve a la mesa toma el salero y come, se acuesta a dormir la siesta hasta que vuelve al trabajo. La mujer disimula dolores y moretones ante los hijos y parientes y todos saben que “la faja” y se quedan piolas, son cómplices..es la banalidad del mal.
Ahora se ha perdido la escolaridad…la política es un desastre…la sociedad se enfermó..nos acostumbramos a alimentar al monstruo que todos los días nos exige le entreguemos niños, niñas, mujeres, viejos para devorarlos. Y el cura que no es cura pero se siente cura, acaricia, hasta que la conciencia advierte, entonces se cambia de conciencia..y se vuelve pedófilo, total….Dios perdona…yo soy cura soy fallido me arrodillo pido perdón…soy normal….demoníacamente normal.
Eichmann por qué le arrancaba los ojos a los niños judíos?…yo solamente cumplía órdenes, burocrática y disciplinadamente. JCM