Leopoldo Bravo se estaba muriendo. Ivelice me hizo subir por un caracol pletórico de recuerdos rusos. ¡Leopoldo, es Juan Carlos Malís! gritando. El viejo caudillo se incorporó y alcanzó a expresar: ¡Radio Colón!. Me acerqué a su lecho, levanté la voz y le dije al oído: ¡estoy escribiendo un libro, hableme de Cantoni!: ¡Un gran estadista! y se entregó a su sueño sin sueños. Dirigentes bloquistas de antaño me confesaron: quien le dio la estocada a este partido fue Leopoldito, porque decidió que con pocas chances de volver a ser lo que era, al bloquismo había que estacionarlo, en ese caso el Justicialismo era la guardería adecuada. Comenzó el cisma que adquiría la forma de agrietamiento. Don Leopoldo se fue de este mundo y se llevó al Bloquismo, hijo del Cantonismo o la estructura política más importante de los últimos cien años en esta provincia. Perón y Evita comían con Cantoni en la casa de Ivelice. A Perón le gustaba la torta de dulce de leche. A Cantoni se le cayó un raviol en su prominente panza y lo pinchó con el tenedor mientras escuchaba al tres veces presidente que le decía: “yo voy a hacer lo mismo que está haciendo usted”. Pasaron los años. Gioja lo fue a visitar a Don Leopoldo y desde su lecho lo aconsejó: ¡construí obras, muchas obras!. El dueño de la guardería preguntaba por ese auto abandonado con las ruedas desinfladas que alguien lo abandonó como el último barco, del último puerto que llega para anclar y morir. Escuché en una radio que dijeron: al bloquismo le fue bien en todos estos años desde el Giojismo. Error. Al bloquismo le fue pésimo, solamente le fue bien a unos cuantos dirigentes que se prendieron al los últimos restos del naufragio. Entre ellos se los puede observar a don Ruedas y a doña Caselles. Esta última, una arribista al lado de la vieja estirpe..Bravo, Marata,. Conti, Baliña..no hubiera sobrevivido lo que uno tarda en tomarse un mate. Este muchacho Rueda, que en una fiesta le dijo a alguien allegado a mi que iba a ser gobernador, no sabe, no entiende lo que es el peronismo. paradójicamente movimiento, pero fatalmente excluyente de todo lo que no sea consanguíneo. Leopoldito, que en paz descanse le dio la estocada. Caso parecido al de la Cruzada Renovadora cuando vimos que Alfredito Avelín confrontaba a los principales dirigentes, hasta que la Cruzada también se marchaba en el cortejo de su creador.
Hoy San Juan no tiene oposición, los radicales siguen siendo como le dicen en Jáchal: bolas frías. El automóvil muy deteriorado que está en la guardería que no sirve ni para repuestos; creo que mañana vienen de una chacarita a llevarselo para el desguace. Yo lo presencié como periodista a Don Leopoldo que en una reunión se le ponían los ojos chiquitos y les gritaba: USTEDES SON UNOS PELOTUDOS, ALGUIEN LEVANTÓ LA MANO Y EL VIEJO CAUDILLO SIN MIRARLO, LE APUNTÓ CON EL DEDO, ¡CALLATE, PERDISTE UNA ELECCIÓN POR LLEVAR LOS NIÑITOS A LA ESCUELA!!!!. que tul?…creo que está llegando el guinche.