La situación es muy delicada porque el gobierno de Alberto Fernández se va replegando y como en el ajedrez está perdiendo piezas claves en el armado de la gestión. El ministro de economía, según su entorno ya estaría más afuera que dentro del gobierno de un Fernández que todos los días sale a decirle al pueblo argentino que él sabe y que puede ver más allá que todos por eso conduce a la sociedad y la alienta a seguirlo porque se siente líder. Pero los hechos y la interna dentro de todas las internas están mostrando a un mandatario que efectivamente puede ver más allá que todos; pero de un horizonte retrospectivo porque el presidente está viendo la perspectiva desde el espejo retrovisor de la realidad, como si avanzara de espaldas llevandose todo por delante.
Martín Guzman ya no querría seguir en este desgobierno cuando le dijo al presidente que había que echar a Basualdo, secretario de energía, porque si no se aumentan las tarifas, la economía precaria vuela por los aires y Basualdo sostenido por la Vicepresidenta de la nación por el Instituto Patria y por la Cámpora tiene la orden de resistir, de quedarse en ese lugar, aumentar solamente el 9% en un año fatal con la proyección de una inflación que llegaría más allá de 40%!!!. Se lo dijo a Fernández cuando volvía de Estados Unidos despues de convencer a medias al Fondo de que hay racionalidad política en la Argentina para avanzar con la deuda. Cada vez le creen menos, le habló al presidente, que ya entrego una pieza fundamental, la ex ministra Losardo, y lo calmó porque tenía todo su respaldo. Pero Cristina Kirchner no afloja y avanza, sostiene a este militante del Instituto Patria que reconoce como autoridad superior más a la vice presidenta que al mismísimo presidente detenido en ese espejo retrovisor que mencionamos.
Sin apoyo político y ante un presidente que ha demostrado que tiene las manos enjabonadas cuando debe sostener a sus ministros y piezas clave estaría pensando en renunciar, porque dicen, asi no se puede trabajar ni proyectar.
En cualquier momento se sabrá si cae el ministro como cayeron varios porque Fernández en su obnubilación ha pasado a ser un presidente fantoche y títere de las circunstancias. Sería el cargo primordial que busca la vehemente vicepresidenta: poner a uno de sus hombres como ministro de economía, para volver a cerrar al país como lo vienen haciendo los Kirchner desde el año 2003. El ejercicio del poder en la Argentina, real y no formal está a cargo de Cristina Fernández en el cenit de la pirámide, se sostiene en el primer tríptico: Máximo, Kicillof y Zanini, luego le siguen las grillas de funcionarios que provee el Instituto Patria, la Cámpora y algunos intelectuales como Verbitsky. El setentismo los espera con los brazos abiertos y las manos cadavéricas.Todavía no hay ningun laboratorio que elabore una vacuna contra la estupidez humana.