ME INTERROGA
Escuchamos frecuentemente esta breve frase “me interroga”, como una expresión que da pie a una duda, particularmente en boca de periodistas y conductores.
Y si, no me imagino a un animal en esta postura, interrogándose sobre tal o cual situación, y su decisión al respecto de esta. Casualmente los animales están condenados a sus instintos, que como un mandamiento supremo, y sin alternativas, le ordenan ir por eso que es su comida, o la hembra que le permitan perpetuar su especie; y no le importa, o no considera que de por medio hay un precipicio que lo mataría (gracias a que no tienen tampoco conciencia de que están vivos y podrían perder la vida). Del mismo modo saltaría, si detecta que la comida es el mismo. Como verán tiene sus ventajas ser un animal, tiene una vida más sencilla, y no dudo que, a su modo tiene sus momentos de dicha y felicidad.
A los humanos nos toca un mundo mucho más complejo (y si Dios me da una nueva oportunidad de vida, elegiría ser humano nuevamente), con tremendo desafío por delante. Por dos motivos fundamentales: 1) por este estado de conciencia, que nos hace descubrirnos vivos, y al estar vivos tenemos lo que esencialmente se necesita para morirse. Como verán el primer escenario futuro que nuestra imaginación nos pone a consideración es que vamos a morirnos, y esto sí que “nos interroga”. Estamos vivos, que no es poco, y aquí sin dudas mi eternas gracias por traerme a este mundo. No pudimos hacer nada por nacer, y tampoco podemos hacer nada contra la muerte. Lo único exclusivamente humano es administrar nuestras vidas, que es el desafío que nos caracteriza, y no son pocos los logros alcanzados. No hemos podido evitar la muerte, pero hemos podido aumentar la expectativa de vida, también hemos mejorado la calidad de nuestras vidas, etc., etc. Y 2) porque los humanos somos esencialmente sociales, no alcanzamos el estatus humano, sino en sociedad. Ese ámbito que tiene una especie de círculos concéntricos, donde desarrollamos nuestras vidas, desde el mas chiquito y próximo, como la familia, los amigos y vecinos más cercanos, el circulo de nuestra actividad laboral, el grupo de deporte ( los amigos del futbol donde comparto horas inolvidables de dicha y placer), también los ucranianos y los rusos, que no conocemos, pero sus vidas nos afectan igual, etc… Dentro de estos círculos interactuamos, influimos y nos influyen, pero buscamos el fruto más preciado de este intercambio, que es el consenso. Este consenso dice que nuestra vida sigue, que seguimos compartiendo con nuestra familia, amigos, vecinos (dice por ejemplo, que en el grupo de los amigos del futbol, el partido se hará). Cuando no hay consenso perdemos, perdemos todos, (entre los amigos del futbol, pasa lo peor: el partido no se hace). Y si lo único que está a nuestro alcance es administrar nuestras vidas, para el caso del grupo de los amigos del futbol, hemos perdido todos, y lo que hemos perdido es vida, ese tiempo que corre sin pedirnos permiso y que nunca volverá.
Este fin de semana pase por la plaza de Santa Lucia, (naci, crecí y vivo en el departamento) y vi mucha gente, que se estaba divirtiendo; los grandes, los jóvenes y especialmente los niños. Esto “me interrogo”. Me acerque y me encontré con una hermosa plaza, mi plaza. Con espacios para todas las exigencias; juegos para chicos, buena iluminación, espacios verdes, veredas amplias y lustrosas (bien de aquel San Juan que conocimos, y que nos llenaba de orgullo, hacia dentro y fuera), una fuente de agua espectacular, y como si fuera poco, con música (me apasiona la música).
Después, ya en casa, con las imágenes de mi plaza dando vueltas por mi cabeza, no pude con mi genio humano, y me siguió interrogando. Uno de esos interrogantes que me surgió fue: ¿cuánto habrá costado esa obra?, hermosa por cierto, ¿cuánto significa ese monto dentro del presupuesto total del municipio de Santa Lucia? Datos que no conozco, a pesar de haber estado dentro del municipio y saber que hay una ordenanza de “boletín oficial”. El “Boletin Oficial” de Santa Lucia, que debiera publicarse semanalmente, que haría que todos los vecinos conociéramos ese dato. Es más que lo conociéramos en tiempo, esto quiere decir antes de que los hechos estén consumados.
“Me interrogo” también, si esa era la obra que los vecinos necesitábamos en este momento. Si no habría otras prioridades, otras urgencias. Por ejemplo, si uno de los problemas más graves que tenemos es el deterioro creciente del nivel educativo de niños, jóvenes y también adultos, que nos mete en un círculo vicioso, donde menos educación significa menos expectativas de trabajo, menos sueldo y más pobreza. Que esta pandemia ha exagerado el problema, multiplicando la deserción y la repitencia, y urge más que nunca insertar esas personitas de nuevo en la escuela, único modo de combatir la pobreza, de cambiar sus vidas. Esto es tan grave como aceptar que alguien, los más desfavorecidos, están perdiendo sus vidas, como dijimos más arriba, el tiempo que pasa no vuelve mas, y esa persona que perdió tiempo, perdió vida.´
“Me interrogo” si los vecinos hubiéramos sido consultados respecto de la inversión de ese dinero (me imagino que es mucho), si hubiéramos consensuado de ponerlo en esa plaza o de invertirlo en otra prioridad. También “me interrogo” si los vecinos de la zona norte, o de Alto de Sierra hubieran elegido ese lugar.
Mis interrogantes siguieron, pero me tengo que ir a dormir, el lunes dejare que mi cerebro me siga interrogando.