EL MIEDO NO ES BUEN CONSEJERO

Esta Pandemia ha puesto en evidencia una serie de falencias en todos los ámbitos y en los distintos niveles de acción. Un escenario nuevo, desconocido, con una contagiosidad exacerbada y una seria morbimortalidad. Esto fue insuficientemente descripto por algunos visionarios y mucho menos previsto por los organismos supranacionales y nacionales. Dentro de cada país hay un cuadro distinto de acuerdo a la realidad en cada uno de ellos. La cronología de la pandemia desde su origen,  agrego un elemento más, pues algunos países tuvieron la ventaja del diario del lunes, pero aun así, las falencias y errores se sucedieron como nuevos, cuando ya eran viejos errores.

Las consecuencias en vidas humanas y el desastre en la economía, también tienen diferencias en los distintos países, más allá de las diferencias en cuanto a ricos y pobres, desarrollados o no. El grado de progreso en las ciencias (médica, comunicacional, logística, etc.) parece ser opacado por los resultados de la sumatoria en el terreno. Esto es que el desarrollo científico en las distintas aéreas del saber, es  individualmente más potente, o que pierde potencia o poder cuando tiene que enfrentar un desafío como la Pandemia en forma conjunta y coordinada. Parece que no  está claro qué lugar ocupa  cada uno en el contexto general.

En nuestro país, las consecuencias en vidas humanas y el desastre en la economía son de las mayores del mundo. Tenemos el record de Cuarentena, y en el mismo orden se recortaron las libertades individuales a tal punto de poner en jaque hasta el sistema democrático y republicano. El miedo generalizado, promovido desde el gobierno para justificar las medidas, nos hacen tristemente famosos en el mundo. Salvar Vidas Humanas como prioridad, la economía después vemos, fue el pretexto para avanzar  contra la república y la división de poderes. Hay poderes con escaso poder, como el legislativo que perdió sus sesiones presenciales, con todo lo que ello significa. El congreso también, aprovechando la oportunidad,  se apresura a resolver prioridades en la justicia (no ya vidas humanas o la economía), que tienen que ver con la agenda  de quienes tienen serias cuentas pendientes con ella.

El valor fundamental es el de la Vida, el derecho a la vida, sin este no existen los demás derechos. Pero solo los animales viven, los seres humanos administramos nuestras vidas. Tanto que sin esta cuestión(ser nuestros propios administradores) nuestras  vidas no son tales, como si estuviera suspendida. Administrar nuestras vidas implica poder determinar un proyecto de vida, encaminar hacia allí nuestros esfuerzos y así realizarnos personalmente. Sin esto la persona estaría frustrada, su vida sería una vida frustrada. No es casual que la economía sea una subciencia de la psicología, pues es el andamiaje social encargado de administrar los recursos.

Los recursos en la sociedad tienen un orden: humano, tiempo y dinero. En ese orden debe ser administrado por el Estado. Considerar al ser humano en toda su dimensión, empoderándolo para que administre su vida, esto es, dando todas las oportunidades para que un ser humano se transforme en un Ciudadano, el activo imprescindible de la Democracia. El tiempo es oro, como un rio que pasa y esa agua no vuelve más. El tiempo perdido con malas decisiones del Estado, son perdidas de oportunidades que no volverán jamás. Y por último el dinero, la administración republicana de los recursos, es sinónimo de eficacia y eficiencia, pero sobre todos son lo contrario de discrecionalidad y aprovechamiento personal.

Así la dimensión de las decisiones del Estado, que exigen de las personas que lo administran la condición de probas y por sobre todo investidas de principios y valores Republicanos y Democráticos.

Dejar que todo suceda de forma anárquica es un error, es mucho más lógico que una persona se encargue de ordenar, de dirigir las acciones, y así obtendríamos mejores resultados. No hay dudas que 2 personas tienen una visión más amplia que solo una, y cuantas más personas sumemos mayor será el campo que podamos observar y por ende mejor decisiones podremos tomar. Así podemos asegurar que cuando todos tenemos la oportunidad de participar e influir en las decisiones, tendremos mucho más acierto. En orden, pero no cualquier orden, dentro del Orden Democrático, observando la división de poderes republicano. La suma del poder público es una cuestión de acepción, siendo la Pandemia una cuestión de acepción, también tiene sus límites, en cuanto al alcance institucional, como también en el tiempo. Hoy podemos asegurar, con la fuerzas de los hechos, que no haber tenido en cuenta a todos los sectores de la economía, a todos los involucrados en la salud, nos privo a todos los argentinos de obtener mejores resultados. Que la situación de la Argentina de hoy, en cuanto a vidas humanas y  la economía, es la consecuencia del error de una persona, y que aun errando entre todos, hubiéramos errado menos. Una vez más, los medios justifican el fin y no al contrario. La Democracia sigue siendo el mejor modo de enfrentar nuestros problemas, que es peligroso dar poder a una persona, mucho más peligroso si esa persona esta flojita de principios y valores, pues en ausencia de valores y principios florecen dictadores y falsos misias.

Una vez mas (y van….) con la Democracia se educa, se trabaja, se come, etc. Y  con más Democracia enfrentaremos con más éxito a la Pandemia.

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