ÓSCAR…
Los budistas dicen que no hay que tener expectativas. Porque nos liberamos de sorpresas desagradables. Es lo que sucede con la película Argentina 1985, creímos que como el mundial lo ganamos por qué no sería un año completo? y muchos aseguraban que la película ya había ganado. Y perdió, perdió como en la guerra ante una película de guerra porque como reconoce Darín: no ganamos nada por ningun lado.
Si hoy tuviésemos “el Óscar, seguramente la euforia de que somos los mejores hubiera salpicado por toda la sociedad” somos consecuentes lo dijimos en un artículo anterior es una película que elogia a Julio Cesar Strasera, pero se olvida de Alfonsín. Y para completar muestra la hemiplejía moral que tenemos los argentinos, porque muestran los horrores que quienes manejaron la dictadura pero obvian la subversión, los montoneros, la insurgencia, la triple A, que fueron los causantes de mayores desgracias y con el consentimiento de la sociedad para que Videla asumiera cuanto antes”.
Los dos premios anteriores fueron políticos primero con LA HISTORIA OFICIAL Norma Aleandro y Héctor Alterio, mostrando el horror del Proceso de construcción nacional que terminó con la vida de más de 8000 personas. El secreto de tus ojos es un premio que muestra los estragos que hicieron durante el gobierno de Isabel Perón y la Triple A, pero esta película ante el mundo y teniendo en frente los horrores de la primera guerra mundial, Argentina 1985 se redujo a la condición de un elogio a un fiscal, el principal que terminó deplorando al kirchnerismo. Es un Homenaje al fiscal y Luis Moreno Ocampo. Pero no daba para obtener el Óscar. Y como no podía ser de otra manera algunos, el presidente, empiezan a ver fantasmas criticando a la academia etc. Un argentinismo más.
Deberíamos estar satisfechos porque el mundo nos mira, aunque nosotros nos cueste, mirarnos, vernos…hacer una profunda introspección de qué y cómo somos para que no nos vuelvan a pasar estos ciclos de desgracias como la inflación que siempre vuelve, nunca nos abandona, como los feriados y la vida sin esfuerzos.
JCM
