¿ SI NO LO HACEMOS AHORA CUANDO, Y SI NO LO HACEMOS NOSOTROS QUIEN?
Había escrito un artículo para el diario digital www.contratiempo.com.ar y noté que tenía fuerte repercusión fundamentalmente en el exterior. Traducción mediante me asombró la atención y los comentarios que hacían individualmente, ONG, alumnos de universidades y lectores en general. Lo mismo pasaba aquí en la Argentina. La insistencia de que continuara con este estilo y tema casuístico me produjo algunas vibraciones que siempre motivan. El artículo se llama: La penúltima batalla cultural del kirchnerismo.
Nunca hablamos desde el pasado, el futuro es una ilusión, siempre estamos hablando desde el presente, como la respiración es lo único que tenemos aun con la tendencia de rechazar el instante, el momento. Estamos aquí y ahora, a partir de este estados nos desplegamos hacia lo que fue y que luego se recicla. Borges con sus cuentos que pueden cruzar el diámetro del universo nos devuelve a la realidad siempre actual. Sostiene desde su surrealismo que lo que escribimos ya está escrito, lo que vemos y soñamos ya ha pasado una y mil veces por otras mentes. Y si hay algo original, es invisible, advirtiendo así que todo está hecho. El guatemalteco Augusto Monterroso con su cuento breve de una sola frase, nos transporta hacia las profundidades de la historia: “cuando desperté, el dinosaurio seguía ahí”. En otras palabras, ¿quién podría asegurar dentro de la condición humana, que hemos superado la era de los dinosaurios?. Santiago Kovadloff lo complementa: si comparamos al homo sapiens con el hombre actual, solamente encontramos lo mismo salvo que hemos logrado un excelente técnico!!!. O sea cada hombre sigue siendo el mismo y lo mismo con imperceptibles cambios. Nietzsche con su eterno retorno remacha: lo que hicimos ya se hizo y todo es una repetición, todo gira sobre si mismo, copmo dice el paisano: de lo mesmo a lo mesmo. Avanzar muchas veces es retroceder, porque la civilización no asegura que lo que creemos evolución sea algo lineal, hay períodos de decadencia que suelen durar siglos, como los tres primeros siglos del Cristianismo. Quizás por eso las civilizaciones se vuelven a reciclar, edificándose sobre sus escombros y muertos. Esta lógica binaria, reconocer algo por su opuesto, ejemplo, cómo vamos a reconocer que gusto tiene la sal si toda la vida hemos tenido el paladar azucarado. Es que el hombre desde el apagón del modelo judeo cristiano a principios del siglo XX se convierte en un naufrago existencial, sin saber a dónde lo llevan los vientos de su propio naufragio. De ahí las grandes mutaciones entre el siglo veinte profundizadas en lo que va del siglo veintiuno.
Pero el tema central que nos concita es la Argentina actual, habida cuenta que nos parecemos más a nuestro tiempo que a nuestros padres. Por qué pasa lo que pasa, cual es el cúmulo de causas que nos lleva a esta situación de un país en plena decadencia, a la deriva, que repite eternamente sus aberraciones. El siglo 19 fue un siglo de notables, el siglo veinte está jalonado por despreciables y el siglo veintiuno nos encuentra siendo el Big Bang de todas las escorias; la vida no vale nada, se pierde el sentido del vivir, hay “ impunidad de rebaño”, se producen diariamente escenas desopilantemente aterradoras, desde el embrión ya estamos codificación de la inflación que portaremos toda nuestra vida, la justicia en vez de meter, saca a los presos de las cárceles, que nunca resocializan a las personas, de dirigentes a punteros hoy se graduaron en narcos que son los mercaderes de la muerte fundamentalmente en nuestros jóvenes. La política vomita a los políticos, éstos como decía Alfonsín no vienen de un repollo, la conciencia social es miedosa, desesperanzada, irascible y pendeja como dice Freud: el inmaduro o pendejo es el que nunca posterga la gratificación, lo quiere ahora, ya y todo. Lo observamos en nuestros jóvenes, que nacen con un celular, no leen, no tienen desafíos y que en su mayoría se quiere ir del país, los que pueden lo hacen y también los adultos y otra vez se vacía la Argentina de materia gris, otra vez repetimos en ese eterno retorno criollo, la noche de los bastones largos. La insurgencia guevarista hoy se florea empoderada en gobiernos Kirchneristas que nos dejan sin economía, sin relaciones con el mundo racional y desarrollado, con la justicia politizada, sin escuela, lo sacaron a Sarmiento y lo entronizaron a Rosas, la salud paso a ser un lujo, llenaron el país de jubilados que por patrones desalmados o negligencia propia o la falta de un sistema que defienda la igualdad nunca aportaron, se respeta como una religión los cronogramas de feriados, vemos gente que se vende por un cargo, aumento la cantidad de tránsfugas que son saltimbanqui de un partido a otro, el femicidio es un monstruo grande y pisa fuerte, Rosario se hunde en el narcotráfico, la coima es la industria principal, aparecieron otras lacras como el hijismo, que son los hijos de funcionarios que heredan los cargos o negocios de sus padres políticos que los hicieron con los fondos públicos. Ha caído el nivel axiológico porque los valores ya no cotizan en bolsa, es como si muertos todavía creemos que estamos vivos y que somos unos vivos. Ni hablar de quienes enarbolan la bandera de los derechos humanos, de los arribistas, los feudos, si despertáramos a los héroes que hicieron la patria en el siglo 19 y vieran en lo que la Argentina se convirtió, volverían caminando despacito y sacándose las telarañas a sus tumbas, para no regresar jamas.
DOUGLAS MACARTHUR DESPUES DE PEARL HARBOR….”NO VOY A OCUPAR MI TIEMPO EN RESCATAR LOS BARCOS HUNDIDOS”.