“para soñar, primero hay que saber”. autor anónimo.
¿Por quién doblan las campanas?, seguramente no lo hacen por la escuela pública. El presente año 2020, prácticamente es un año perdido y todos los artilugios digitales para educar que viene de educhere, significando darle alas a la personas para que vuelen hacia la libertad, será en vano y más aun sabiendo que el futuro se nos presenta sin dientes y masticando con las encías.
Lo decía Rodolfo Terragno a quien le leí dos libros: Proyecto 95 y Argentina siglo XXl. En el año 1986 en la camioneta de Radio Colón, lo traje de Mendoza y venía leyendo ávidamente este último libro; ¿quién?; Sandro, acompañado de Oscar Anderle. Fue un sábado, el lunes compre ese libro y me impactó esta frase: “La educación no pasa por el corazón de las decisiones políticas”. Me impactó.
La escuela pública se crea desde el tríptico de la revolución francesa: Libertad, igualdad, fraternidad. Fundamentalmente desde la aparición en la vida pública de Domingo F Sarmiento y enfáticamente durante su presidencia 1868..1874 creando y fomentando incansablemente cientos de escuelas, millones de personas se instruyeron hacia la construcción de una república. En el centenario brilla la educación hasta la década de 1960 en adelante, cuando sobresale el gobierno interrumpido del doctor Arturo Illia quien le dio el 20% del PBI, tiempo en que García Márquez y Vargas Llosa venían a editar, reconociendo a la Argentina como faro y foro cultural, hasta que empieza la decadencia. Entonces la estructura educativa en las escuelas queda obsoleta ante las transformaciones del contexto.
Metaforizando, Seymour Paper ilustra: supongamos por un instante que un cirujano fallecido en el siglo 19 resucita en la actualidad y debe operar a un paciente en un quirófano equipado con los más recientes avances de la tecnología médica. ¿Podría realizar la cirugía? . Imaginemos una situación equivalente con un ingeniero del siglo pasado que debe construir un puente con las actuales tecnologías. ¡Nos animaríamos a transitar por él?. Los cambios resultarían más asombrosos para alguien que hubiera trabajado hace más de cien años en el ámbito de comunicaciones, los transportes, la biología etc. Ahora realicemos el mismo ejercicio con un maestro resucitado después de un siglo. ¿Encontraría mucha diferencia entre la escuela que conoció y la actual?. ¿ No es factible suponer que en cien años después podría seguir dando clases y, en caso de muchas materias, hasta podría mantener los mismos programas?.
Es más, desalentado con el futuro que él soñó, se sacudiría las telarañas y volvería a la vieja tumba.
La escuela pública, ha hecho abandono de hogar, porque el hogar no existe o porque vuelve irreconocible a la escuela cuando toda la vida la maestra fue la segunda madre y la madre fue la segunda maestra. Sumidos en el homo videns, tanto los chicos, los adolescentes y los jóvenes que van a la primaria a la secundaria y la universidad respectivamente, dejaron de creer en el valor de la palabra bien significada y sintonizada, no interpretan correctamente los textos; desarrollan solamente una parte del cerebro olvidando el Ser. El Ser: fuerza imperante que permanece regulada por ella misma. En otras palabras, nos caímos del ser y se perdió el destino de occidente.
El celular come los ojos y el cerebro, destruye el lenguaje, pulveriza la voluntad, la disciplina y los aleja de la literatura, historia y filosofía. Vomitan bibliotecas aburridas porque nadie las visita y desperdician a los grandes pensadores de todos los tiempos. Maestros mal pagos, colapsados y desencantados. Cuento: ¡alumnos atención!, mañana viene el inspector, estudien y vengan impecables. Llega el inspector y comienza a preguntar: Ud, ¿Qué son dos líneas paralelas?. Respuesta: y son las que no se unen en la puta vida!!!. Sorpresa, asombro!. Ud, invasiones inglesas que pasó?. Respuesta: vinieron los ingleses y los sacamos cagando con agua hirviendo!!. La maestra se ruboriza, el funcionario prosigue, Ud, motivo de la multiplicación?. Respuesta: ¡no sumar al pedo?. La maestra estalla, ¡ qué es esto por favor!..mire señor inspector, una se rompe el culo todo el año para que estos hijos de puta aprendan y fijese con lo que salen!!!.
Consecuencias sociales. Peter Pan, genial personaje creado a principios del siglo XX cuya vigencia está intacta demostrando el valor del mensaje. Es el niño abandonado por sus padres que se marcha con su hermana Wendy para darle rienda suelta a toda la imaginación y escapar de la angustia. Entonces psicóticamente crean un mundo ficticio donde se pueden encontrar con indios, bandoleros, piratas y toda la cofradía de quienes alimentan sus alas para poder volar. Peter Pan se convierte en el niño que no quería crecer en la tierra del nunca jamás. Hasta que Wendy un día lo llamará a la reflexión para que depongan esas fantasías y vuelvan a la realidad, que es cruel, pero que no miente.
Sin escuela, sin hogar, aparecen las escuelas hogar, que es donde van los chicos que no tienen hogar ni tienen escuela. Y que allí tampoco conseguirán, porque el hogar natural es insustituible. Los argentinos sufrimos de Peterpanismo, porque somos los niños que no queremos crecer en la tierra surrealista del nunca jamás y las alas adquiridas, son ilusiones de cartón, barriletes que se los llevó el viento de la desesperanza paradójicamente en la tierra de la abundancia. Estudiantes crónicos, confunden la guerra fría con la intrusión de Napoleón a Moscú. Un día se reciben y se van al exterior; no quieren pagar el arancel universitario, pero nunca devuelven nada. Se estudian las pocas carreras conocidas para que recibidos se amontonen buscando el salvataje del estado.
Wendy es criteriosa: ¡hay que volver..pero a dónde?…y si es necesario hay que volver a nacer y darle la razón a Eduardo Mallea: ¡ Nacer..es seguir naciendo!.