El Árbol de la Vida representa el ciclo de la vida. … Las ramas simbolizan las decisiones y los caminos que tomamos a lo largo de nuestra vida, de todos los obstáculos que superamos y del aprendizaje que sacamos de ello. Por eso, es un símbolo de crecimiento personal, superación y progreso.
Viene a cuenta de que desde hace años siempre casualmente a esta medalla, la encontraba tirada en mi camino. Es como si ella me estaba buscando, la encontraba la desechaba y por un tiempo volvía a desaparecer. Se me cruzó tantas veces que hasta me dio fastidio porque pensaba, qué sentido puede tener en mi vida un árbol y en una medalla?. La he visto colgada en algunos pechos y se me volvió a aparecer cerca de los zapatos debajo de la cama. Hoy traté de buscarle un significado y lo encontré en Google, es el que transcribo al principio, decisiones, superación de obstáculos, símbolo de crecimiento, superación y progreso.
Y recordé. Había un lugar para los moribundos, cada uno daba su testimonio, pero a Claudia, no le hacía ninguna gracia, justamente dar un testimonio de que se tenía que morir, le pareció obsceno y de mal gusto. Se le acercó un médico y le preguntó sobre el tema y ella le contestó. Sin embargo le dijo ÉL, que aparentemente no solamente era médico sino un sabio: creo que Ud Claudia debería observar detenidamente su vida porque no lo ha hecho, cuando lo haga quizás cambie de opinión. Ella se marchó a su habitación sabiendo que su vida ya tenía fecha de vencimiento y comenzó a recordar desde aquella primera juventud hasta el presente todos los obstáculos que la vida le puso en el camino. Y con sorpresa se iba dando cuenta de todo el bien que había hecho, de la fortaleza que ejerció y de tantas caídas como fortaleza para levantarse que tuvo, de tantas veces que parecía que no podría seguir y sin embargo los problemas se diluían por sus decisiones y por las circunstancias también. Había sido enfermera de campa y colaboró a salvar muchas vidas, asi las cosas, ella comprendió que su vida no había sido en vano y tenía mucho para mostrar. Inmediatamente al día siguiente pidió dar su testimonio. Desde el estrado pudo observar la emoción del conjunto, las lágrimas de algunos por la empatía y la identificación de sufrimientos ajenos similares a los propios. Habló lo justo pero con potencia y vitalidad y durante 10 minutos la ovacionaron. Abrazó al médico y a mucha gente que la querían tocar, acariciar porque se vieron fortalecidos después de aquel acto tan sublime.
Quizás este árbol de la vida, reducido a una simple medalla lo incorpore a mi ser para que no me olvide nunca de que somos más fuertes y valiosos de lo que creemos.