Hace un par de meses un mercenario pagó a un hacker y desestabilizó a Contratiempo. Lo he puesto bajo la protección del Espíritu Santo, porque sacarlo de las aguas vulnerables es combatir contra piratas que cobran cifras estrafalarias. Quien hizo esto? nunca lo sabré aunque lo intuya, la reparación no la hará hacia mi y millones de personas que me leen. Deberá hacerlo ante ALGUIEN donde las explicaciones no tienen retorno.
Pido disculpas nuevamente a los lectores que quieren entrar y no pueden, otros pueden entrar, es segun las plataformas y todo este barullo del mundo digital. De todas maneras por algo el diario se llama Contratiempo y a alguien le debo haber pisado la cola. De todas maneras insisto, de última escribiré lo que quiera hasta con un carbón en las paredes anónimas. Y habrá que conformarse con que el diario sea solamente para algunos. A mi siempre me van a hackear pero nunca me van a callar. Y los mercenarios son canallas que vienen al mundo y se ponen al servicio del mal y la mentira: combustible del diablo. Allá ellos….
JCM