Un fosforito en un galpón a oscuras

Podríamos  comparar la situación actual de nuestro País con un galpón a oscuras, todos estamos dentro, pero nadie sabe donde, en qué lugar del galpón esta. Hay una situación de incertidumbre, mucho ruido, no solo en lo económico, en la situación sanitaria, y más grave aun en lo político. No se ve la salida.

Se dispara el dólar, se toman tierras, se intenta la estatización de una empresa, y para agregar un problema más, la pandemia, que en las condiciones que el País arrastra toma una gravedad mayúscula, pues el gobierno administra todo del mismo modo.

En el galpón a oscuras sucede todo a la vez, sin norte ni rumbo, todos sabemos que la situación es grave, que la solución no es fácil, que el gobierno toma medidas pero los resultados no llegan (ejecutivo), que el resto de las Instituciones parecen insuficientes o están cooptadas por alguna fuerza que les impide servir en la ocasión. Banderazos que expresan lo anárquico y grave de la situación, pero con escasas consignas, propio de la improvisación, y dentro de la paz y el orden en que se realizan, solo dejan entrever la anarquía del momento.

Como un fosforito en el galpón a oscuras aparece LA CARTA de la Vicepresidenta,  agrega más ruido que se suma al que ya hay, con escasa luz en la dimensión del galpón, no permite un mínimo de claridad  para saber que está pasando, y mucho menos ver la salida al problema. Con esfuerzo podemos  solo referenciar que hay, que sucede antes del fosforito, o después de él, también si es a la derecha o a la izquierda de este. Como su luz no es buena, las interpretaciones son muy dispersas y hasta contradictorias. Suma un elemento más, que no es poco en la situación descripta, saber que quien sostiene el fosforito, carece de autoridad moral.

Esta carta lejos esta de hacer un aporte  positivo en la actual situación, pues manifiesta rencores que siguen vivos, dentro y fuera de su coalición. Tampoco aporta cuando dice como (un gran acuerdo), pero no dice que. Todos sabemos que es necesario un ajuste, y quizá no lo dice porque ni ella iría. Culpa a la economía por el fracaso de la política, que es como pretender que el poste orine al perro, olvidando quien depende de quién. Carece de toda autoridad moral, pues plantea cosas que ella misma con toda la suma del poder público no hizo. Y no habla del respeto a la Constitución,  menos aun del respeto a la división de poderes  de la República,  y del federalismo ni hablar.

Claro es que esta carta solo ha movido el avispero, y que el deseo de la mayoría solo busque calmar la situación. Y la solución: ya veremos, o como dijeron por ahí el plan V V (vamos viendo). El Peronismo gobernante ha sido históricamente especialista en sacar provecho de la anarquía(a rio revuelto, ganancia de pescadores). Quien no conoce, por ignorancia, comete errores como nuevos cuando ya son viejos errores. Ejemplo viejo: la reelección para beneficiar a una persona (Menem) y no al País. Otro: en la toma de Guernica, 50.000 $ para quien participa de la toma y deja de delinquir, 30.000$ de sueldo para el policía que participa en el desalojo. Claramente hay beneficios para quienes provocan o participan del Desorden, y perjuicios para quienes participan del Orden.

El Orden Jurídico que establece la Constitución desde 1994 le sirvió a Menem para tener 10 años de mandato. Pero no sirvió para dar condiciones de previsibilidad para la inversión de capitales (serios), sean nacionales o extranjeros. Peor aún, tampoco sirvió para resolver problemas bicentenarios que arrastra la Argentina, con décadas de guerra civil, cientos de años de atraso y postergación de vastas zonas del País para beneficiar a otras, como es la Coparticipación Federal.

Hace 26 años, la Convención de 1994, establece un mandato: El Congreso deberá sancionar, antes de octubre de 1995, una Ley de Coparticipación Federal de Impuestos que garantice igualdad de oportunidades y condiciones de vida a todos y cada uno de los argentinos en todo el territorio nacional. Muchos de los Convencionales aquellos nos acompañan hoy, algunos tuvieron gran poder, y hasta mayorías automáticas en el Congreso, y no cumplieron. La Vicepresidente fue convencional y luego presidente durante 2 mandatos consecutivos, y no cumplió.

La Convención del 94 fue un gran acuerdo, plasmado en una Constitución (nada más y nada menos). Si no cumplieron  con el Acuerdo ni con la Constitución durante 25 años, que autoridad moral tienen para que confiemos los argentinos en un nuevo acuerdo, con los mismos actores. Mas grave aun que ninguno admite haber violado constantemente el orden jurídico.

El fosforito en el galpón parece delatar por lo menos un hilo conductor. Es la violación de la Constitución. Mas beneficios para el que toma tierras privadas que para el que garantiza el derecho a la propiedad privada. Más beneficios para quien viola la Constitución y el Mandato de la Convención, y desde la Presidencia hace hincar a cada Gobernador que no es del palo, o desde la Gobernación para hacer hincar a cada Intendente que no sea del palo. Esto sirve para ganar las Elecciones, pero deteriora la calidad de la Democracia; y lo que es peor la igualdad de condiciones de vida y oportunidades para todos los argentinos nunca llega. Y el Hilo Conductor continúa.

 

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