Este ensayo lo vengo leyendo desde los ochenta, luego Aguinis escribirá otros como Argentina pobre patria mía, donde hace una travesía histórica tratando de entender porque somos como somos. En este primer ensayo, habla de los defectos que nos persiguen y que fueron alimentados desde la segunda mitad del siglo anterior fundamentalmente por el peronismo. Ahi hablará de la insurgencia por parte de los montoneros, las muertes en un río se sangre por parte de la represión y la triple A, y va a rescatar la presidencia de Raul Alfonsín fundamentalmente por sus logros en cuanto a los derechos humanos al haber sido el primer país que se animó a juzgar a las cupulas militares remarcando que si hubiera ganado el peronismo no lo hubiera hecho. También habla del juicio a la cupula de los montoneros y de los desastres que se produjeron desde que fue derrumbado el sistema democrático con el golpe militar que le dieron a uno de los presidentes más exitosos y honestos de la historia en la figura de Arturo Illia. También sigue puntualmente el curso de los acontecimientos cuando vuelve el Perón hervíboro y el pacto que hace con Balbín defenestrado con la muerte de Perón, la inhabilidad de María Estela Martínez, el rodrigazo y finalmente el comienzo y final de el proceso de reconstrucción nacional, siendo muy duro con los militares.

Recordemos que Aguinis en un contrapunto que tuvo con Horacio Verbitzky en el ensayo Argentina pobre patria mía, el ex montonero le contestó asi: DECENCIA CANEJO y le sacó lo que no se sabía porque Aguinis fue secretario de cultura del gobierno de Alfonsín durante 9 meses, lo suficiente para que se acogiera al regimen de jubilación de privilegio. Entonces en el diario la nación enardecido Aguinis contó detalles del doble agente, confesado por su padre Bernardo Verbitzky, cuando el periodista montonero le escribia los discursos al brigadier Grafigna, luego ratificado en un libro por Lévinas, que efectivamente habia sido doble agente trabajaba para montoneros, estuvo presente en la decisión de matar a José Ignacio Rucci y por otra parte le llevaba informacion a los militares. Videla desde la carcel antes de morir comentaba a Ceferino reato: la gente me pregunta cómo quedó vivo este ex periodista del diario la opinion, ahora tiene un espacio en UN COHETE A LA LUNA, y concluyó, bueno es que seguramente no estuvo en la argentina o estuvo protegido por los militares.

Pero Aguinis hace un recorrido histórico del siglo 19, rescatando las figuras de Alberdi Sarmiento, la batalla de caseros como punto de inflexión la nueva contistución y la adhesion del peronismo al Rosismo, como también, lo hizo Perón con el Nazismo a través del GOU. Habla mucho de los defectos argentinos, hace hincapié en cómo el peronismo ideológicamente le llenaba los libros a los niños y a jovenes, también remarca la noche de los bastones largos cuando Onganía echó a científicos e intelectuales del país hasta la llegada de Lanusse, que brinda la posibilidad de que Perón pudiera volver a la Argentina.

En definitiva no es una obra que nos descubra lo que ya sabemos al menos los que transitamos más de dos generaciones pero es Aguinis es la derecha en todos los órdenes, se puede ver su antiperonismo pero no deja de dar lugar para pensar y repensar a esta Argentina que más que novela desde la vuelta de la democracia, paradójicamente, más que novela ya parece una tragedia. De todas maneras interesante para tenerlo en el sector de la biblioteca donde aparecen los libros que se animan a remarcar los pecados argentinos, como la picardía y la viveza criolla que no es lo mismo y que nos tienen detenidos y empantanados en el pasado. Haberse acogido a la jubilacion de privilegio con solamente 9 meses de gestión, lo incluye al autor entre las máculas que nos persiguen como una sombra.

 

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