Desde hace un par de décadas que canal 13 dejo de ser la jerarquía de la Televisión Argentina. La tinellización le ha hecho mucho mal a la televisión fiel reflejo de la ordinariez cuando venden hasta la mano por un punto más de rating. Lo hemos dicho hasta el cansancio que Tinelli no es totalmente culpable si es el reflejo de la mínima magnitud cultural por la que se empantana una Argentina que se viene abajo con sus editoriales, revistas, canales, espejos, programas, artículos que desnudan a la decadencia. Hay actores como Oscar Martinez, Darin, Brandoni que se destancan en el mundo. Hay series, y películas que valen la pena pero la degradación está instalada hasta en la música o acaso no estamos viendo a los mismos personajes que cantan en escenarios baratos y conocidos que comienzan con festivales estivales, con las mismas canciones demostrando que se pierde la creatividad. A no ser que haya gente y claro que la hay que está más contenta con Lgante comparado con Sandro.
A San Juan vinieron enormes cantantes como la máxima voz hispanoamericana Julio Iglesias, Sandro, Roberto Carlos y luis Miguel para dar algunos ejemplos. Pero el mundo del espectáculo que tanto le debe a tipos como Romay, Olmedo, Porcel y ni hablar de películas como Asi es la Vida con Luis Sandrini, Angel Magaña y Susana Campos. ¿ Que le pasó a la Argentina que hoy se conforma con combos, multitudes, rescatando a tipos como Pappo, Charly la máxima expresión musical, eran de exportación pero despues vinieron los anacolutos, que descomponen tartamudeando las sílabas como Suar…todo es más barato.
Pero aparte de un país con 18 millones de pobres y 6 millones de indigentes, hay que tragarse las peñas, los programas de master chef, una verdadera escoria y la provocación de la ostentación cuando millones de niños comen pan por televisión. La televisión abierta está moribunda y la gente se desplaza hacia Netflix y canales de cable, pero la mediocridad prospera. No tenía necesidad Pampita con todo lo que la quieren los argentinos que se prestara a esta parodia de un gran hermano cruel y pobre, sin ideas, con personajes de la farándula en retirada. Algunos están porque son baratos nada más, Pato Galvan!!! y el emperador Caniggia, que pobrecito si le sacamos un ADN el resultado nos reiterará «error, error, error»…como si la vida a veces engendra seres que son errores y algunos aberraciones. Programa barato, servil, aburridísimo; el mismo George Orwel 1984 se arrepentiría de haber escrito el gran hermano, porque esto es la nada..la nada protagonizada por seres que o necesitan unos mangos en forma urgente o yo no habré entendido que es el arte, porque el cine, la televisión, las imagenes no pueden mirar hacia otro lado. Si hablamos de vulgaridad, es bastante escatológico lo que vemos, falta que se vea cuando entran al baño y se sientan en el inodoro.
Nosotros no nos merecemos con todos los servicios que pagamos sentarnos a ver estos programas carroñeros tambien, esta manga de inspectores de braguetas ajenas, cofradía de mediocres. Si realmente la televisión y estos programas son el reflejo de lo que somos, entonces todos nosotros también en vez de ser personas nos estamos convirtiendo en zoombies, máquinas en el pensamiento tecnológico que devalúa la hombredad y la feminidad. No quiero pensar lo que pasa en los teatros de la calle Corrientes. Es triste que encima un cantante me venga a chamullar al oído para que recobre la jerarquía dandome instrucción y educación, con aliento a marihuana me cante?…A..B..C..D..EEEEEEEEEEE.