La oposición de Juntos por el Cambio encendió una luz de alarma. Según establece la flamante ley que sancionó el Congreso la semana pasada en lo relativo a las vacunas contra el coronavirus, la Anmat tendrá solo 30 días para verificar la efectividad y la seguridad de la dosis rusa que comprará el Estado argentino y advierte que ese plazo podría ser demasiado exiguo.
Ni bien se conoció la decisión del Gobierno de adquirir 10 millones de dosis de la vacuna Sputnik V -que llegarán en diciembre al país-, legisladores de la oposición encabezados por Graciela Ocaña y Claudia Najul, de Juntos por el Cambio, reclamaron la presencia a la Comisión de Salud de la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti. En secreto y bajo un gran hermetismo la funcionaria viajó a Rusia para presenciar las pruebas de una de las dos vacunas que el gobierno de Vladimir Putin dice tener listas para hacer frente a la pandemia del Covid-19.
“Ninguna de las vacunas que se están desarrollando en distintos países ha concluido el proceso de investigación, por lo tanto no conocemos a ciencia cierta ni la efectividad ni la seguridad de la vacuna, ni de la rusa ni de las otras”, advirtió anoche el exsecretario de Salud del gobierno de Mauricio Macri, Adolfo Rubinstein, en LN+. “La realidad es que no se puede tomar ninguna decisión hasta que no esté garantizada no sólo la efectividad sino la seguridad de la vacuna; para ello se deben terminar los ensayos clínicos y las vacunas tienen que pasar por las diferentes fases de aprobación regulatoria. En nuestro país el organismo encargado es la Anmat, la agencia nacional de medicamentos”, dijo el exfuncionario.